A quien estudia una carrera del área de la salud o relacionada se le hace evidente y tangible el colapso, del cual nos enteramos la gran mayoría, por las noticias, de lejitos.
Es muy distinto leer acerca de las carencias en medicamentos, insumos, equipos médicos, a vivirlas de manera activa, compartir con una ciudadanía desprotegida, desesperada y que esperan le sean solucionadas sus dolencias en medio de una escasez jamás vivida.
Podría el estudiante continuar sus estudios cumpliendo lo mínimo; haciéndose el indiferente a la realidad que le rodea. Es el ESTADO quien debe cumplir la CONSTITUCIÓN; esa que ahora pretenden cambiar pero que en letra ya obliga explícitamente a cumplir en materia de salud la realidad de los ciudadanos.
Pero los jóvenes de la Venezuela actual han demostrado ser una generación activa, dispuesta al cambio positivo, y sensibilizada a la realidad social. Se acabó la generación burbuja. De allí esta respuesta a un gobierno ineficiente y violador de los derechos humanos.
Estudiantes de las escuelas de Medicina, Nutrición y Dietética y Odontología de la Universidad Central de Venezuela se unieron para, inicialmente, planificar una jornada de asistencia solidaria en el gimnasio vertical del Municipio Sucre de Caracas. De allí, hace dos años, data la semilla que germina una iniciativa que crece día día: Manos por la Salud.
Hoy son una organización que incluye no solamente a estudiantes de las escuelas anteriormente mencionadas sino, además, a futuros sicólogos, estudiantes de salud pública y bio-análisis. Lo bonito es que muchos estudiantes, ahora ya graduados, siguen aportando como profesionales.
El trabajo de asistencia no se limita a curar caries, solventar problemas alimenticios o hipertensivos. Cuando una comunidad les llame el objetivo es brindar esa atención primaria de la cual carecen, pero se enfocan adicionalmente en educar a los vecinos, a cada venezolano tocado por una “mano saludable”, y así brindarles consejos y orientación para prevenir enfermedades. La meta para estos estudiantes no solamente es curar una condición de salud detectada. Ellos pretenden transmitir al paciente, al venezolano que atienden, esos consejos indispensables para mantenerse sanos. Al ciudadano, a toda una comunidad que asisten en determinada jornada. Empoderarlos en Salud. La Salud de manos que ayudan a sus propias manos.
Una iniciativa que germinó de manera bastante informal, con dos o 4 estudiantes, es hoy una organización sumamente organizada con Junta Directiva, Coordinadores y Voluntarios.
“La situación del Sistema de Salud en Venezuela es realmente preocupante. Nuestro aporte es apenas un milímetro de cura para tantas poblaciones necesitadas, cientos de sectores vulnerables. Por eso buscamos no solamente aliados y donativos, sino imitadores. Que se replique en diversas universidades, en todos los estados, esta inciativa” – Nos señala Andrea Jaimes, Presidenta de Manos por la Salud.
Están convencidos de que es a los jóvenes a quienes toca actuar, de manera enérgica, para cambiar la realidad alarmante de tantos venezolanos. Abiertos están a recibir en sus filas a profesionales de generaciones pasadas, pero están conscientes de que en sus manos recae el cambio, la nueva Venezuela.
Manos por la Salud atiende solicitudes de asistencia de comunidades (consejos comunales), instituciones y empresas. Realizan tanto jornadas puntuales como asistencias con seguimiento en el tiempo. Se nutren, en materia de medicamentos e insumos, de tu ayuda sin importar desde dónde nos leas, en Venezuela o como parte de esa noble diáspora regada por el mundo.
El trabajo solidario de estos jóvenes no es cosa fácil. No precisamente por las dolencias que consiguen o el calor intenso en Bucaral, la inseguridad en el barrio... Estos jóvenes regresan a casa repletos de tristeza por las realidades conocidas, pero al mismo tiempo son esas historias rodeadas de una necesidad de ayuda urgente las que los motivan a seguir trabajando y ampliando su iniciativa.
“Visitar una institución como Casa Ana, en San Antonio (Estado Miranda), y evidenciar por todo un día las inmensas carencias que padece esta institución que alberga niños en estado de abandono, nos lleva a caer en cuenta que ellos necesitan de nosotros más que un día asistiéndoles en materia de nutrición, pesando niños mal nutridos y recomendando dietas, curando caries. Terminamos enganchados con su problemática y queriendo aportar más. La ayuda que puedan brindarnos, en donativos, insumos y voluntariado es esencial. Porque en cada visita quisiéramos poder contar con esa varita mágica que no existe. Quisiéramos poder dar más, y más!” – Nos relata conmovida Andrea durante nuestra conversación.
En los próximos días llevarán a cabo una jornada de recolección de insumos y medicamentos.
Por favor, no dejen de seguir sus redes sociales para estar atentos a esta muy próxima convocatoria y por qué no, cualquier donativo es siempre bienvenido.
Cualquier venezolano bondadoso, preocupado y activo, integrante de la diáspora venezolana, le invitamos a seguir sus cuentas en las redes sociales para estar atentos a continuas jornadas de recolección de donativos que realizan en diferentes ciudades. Pero cuentas con la siguiente cuenta en Amazon para hacer llegar tu donativo, no importa lo grande, Todo Suma!
Manos por la Salud, una iniciativa social de jóvenes por el futuro de su país que merece ser replicada y apoyada por todos. Estos chamos dan el todo por el bienestar de coterráneos que merecen vivir mejor. Jóvenes que alimentan sus conocimientos profesionales mediante estas jornadas pero lo más importante, dicho por ellos, se llenan de esperanza, de una Venezuela Solidaria y más bonita en cada actividad que llevan a cabo.
Le pedimos a Andrea qué completara el historial médico de una paciente llamada “Venezuela” y esto fue lo que respondió:
“Venezuela está pasando hambre. La inseguridad alimentaria ha incrementado muchísimo por lo que hay desnutrición, infantil y de adultos, muy alta. Inmensa carga de Parasitoris, Hipertensión, Diabetes y Cancer sin ser adecuadamente tratadas por la falla de medicinas. Venezuela está convaleciente, en terapia, en condición muy crítica. Tu aporte genera cambios. Lo más mínimo que puedas hacer desde cada trinchera ayudará a que el paciente mejore”.
“Esta generación de jóvenes tiene que ser distinta por la época que nos tocó vivir, y si alguien tiene que poner el pecho y la cara somos nosotros. Estamos dispuestos. Cada día nos organizamos más. Por favor, ayúdanos a que esta historia clínica de nuestra Venezuela pueda cambiar para mejor”.
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