Ya va corriendo la segunda quincena de noviembre. Por cada segundo que transcurre los precios suben un peldaño más, y no de los...

Solidaridad en Navidad


Ya va corriendo la segunda quincena de noviembre. Por cada segundo que transcurre los precios suben un peldaño más, y no de los chiquitos y delgados de El Calvario, monumento caraqueño. Lograr hacer mercado con salario mínimo no es cuesta arriba. Más bien es quedarse abajo viendo la cima. 

Desde el ejecutivo se nos invita a cantar villancicos, así a la hallaca, nuestro plato tradicional, la hayan vuelto añicos. Las utilidades o bono navideño, como prefieran llamarlo, no alcanzan para esa botellita de Ron o caja de cervezas para el brindis de año nuevo. Este año para la mayoría no hay estrenos. No hay juguetes. No hay intercambios de regalos. 

Y pensando en diciembre nos viene a la mente ese hermoso pero triste cuento de José Rafael Pocaterra. El del muchacho vendedor de lotería: el Panchito Mandefuá. Quien escribe recuerda que cada año, durante la cena de navidad, Papá y Mamá invitaban a un hermano diferente a contar la historia. Cada quien con sus propios añadidos, como la recordaba y la sentía. Cuando eras de los pequeños, pues te tocaba escuchar. Ya cuando tenías 6 añitos la podías comenzar a leer, conociendo buena parte del relato, y entonces pasabas a ser la estrella de la mesa que contaba a los demás de Cómo Panchito Mandefuá cenó con el niño Jesús. 

Las navidades vienen recortadas para todos. Sin muchos lujos o regalos. Pero, ¿has pensado en los Panchito Mandefuá con los que tropiezas en la calle? Ese que te pide alguito para comer a la salida de la panadería. También hay las Margaritas. Niñas pequeñas forzadas a trabajar a una edad en la que solo deberían trabajarse las ilusiones, los sueños, el aprendizaje. 

Pocaterra aún nos maravilla con sus cuentos sombríos. ¡Grotescos! ¿Quién le diría que esa Venezuela que le vio nacer se tornaría grotesca para tantos. 

Que cada quien ubique un Panchito, una Margarita, para acercarle ayuda. Que tantos niños enfermos en hospitales tengan compañía, un ponquecito, unas sonrisas en estas navidades. Un par de zapatos que tu hijo dejó como nuevos y una camisa serán para ellos un grandioso estreno. Y si quieres contar a tus hijos como fue que Panchito Mandefuá cenó con el Niño Jesús aquí tienes el Link en digital. 

Que sea este un diciembre de dar y recibir valores. Esos que no suben de precio, a pesar de su nombre. Esos que cuando se van juntando se transforman en la mejor fortuna, lo único realmente importante a atesorar. 

https://esnobgourmet.com/2012/12/19/de-como-panchito-mandefua-ceno-con-el-nino-jesus-jose-rafael-pocaterra/

0 comentarios: