El estudio te brinda conocimientos, cultura, te debe brindar
una visión de país actual y de país posible. Enseñanzas que te ubiquen en el
mundo, sus avances, y que puedas después transformar en avances para tu Venezuela.
Todos los niños, jóvenes y adolescentes, en Venezuela,
deberían recibir una educación de calidad durante sus estudios de pre-escolar,
primaria y bachillerato. La educación pública no debe ser sinónimo de menor
preparación, conocimientos, ¡Futuro!
Sin embargo, en Venezuela de cada
100 alumnos que ingresan a la primaria, solo 37 la terminan. Solo 10% de los que
se inscriben en bachillerato se gradúan. Y esos que se gradúan deben ingresar a
programas de reforzamiento de conocimientos porque llegan a las universidades
muy mal preparados.
La educación requiere
Solidaridad. Una Solidaridad particularmente importante. Prioritaria.
Alimentemos a los niños, pero aportemos a ellos las herramientas para cambiar
su realidad: Buena Educación.
OSCACI - La Organización Social
Católica San Ignacio – por años ha basado su estrategia de ayuda solidaria en
la educación. Alimentan, visten, auxilian a los que menos tienen, pero procuran
brindar una educación óptima a esa población atendida, para que logren forjarse
un futuro distinto.
Una nación crece y se desarrolla
gracias al aporte de todos, generación tras generación. Una sociedad será más
justa si logramos que todos tengan oportunidad de educarse bien, y así prosperar
para aportar; la ignorancia o la educación deficiente generan dependencia
eterna.
El programa de Escuelas
Alternativas de Oscasi recibe a niñas y niños desescolarizados no solamente de Petare;
En las dos escuelas – Nuestra Señora del Carmen y Beatriz Castillo –les
imparten clases especiales, enfocadas en nivelarlos y lograr su inserción a la
educación formal en sexto grado. Son escuelas donde lo académico y la educación
en valores van de la mano; son segundos hogares que alimentan al chamo para
garantizar un correcto crecimiento, un despertar de neuronas, batalla con
platos contra la desnutrición y el desgano. No importa si se tienen 10 años y
aún no se aprende a leer, si estás pisando los 12 y no ha aprendido a
multiplicar. son recibidos sin etiqueta alguna y aupados con la misma frase: ¡Claro
que puedes!
Aparte de sus clases regulares,
de Lunes a Viernes, los niños reciben clases especiales de reforzamiento
dictadas por jóvenes del Colegio San Ignacio que van a Petare o reciben a los
chamos en sus instalaciones. Los Padres y Representantes también aportan en
esta tarea de reforzamiento en lectura y matemáticas, además de planificar el
almuerzo especial cuando los reciben en casa.
Esta interacción entre ambas
instituciones educativas ha sido una relación Ganar-Ganar. Los niños reciben
educación, compañía, comparten sus temores y sueños con el joven o la muchacha
que trata de explicarle los trucos para dividir más fácil, y que entre risas y
palabras de apoyo termina siendo su Pana.
El joven próximo a graduarse
conoce otras realidades y se solidariza con las mismas. Le toca conocer de las mañanas
solitarias de estos niños alistándose para la escuela ayudando a los hermanitos
porque mamá sale antes a trabajar. Roberto le pregunta si no les gusta la
avena. – A mí al principio no me gustaba, mi pana, pero ahora me encanta y es
fácil de preparar – le dice a Jonathan, su pupilo especial. A Lorena le encanta
bailar y por eso se identifica con Gabriela, su profesora sin cara de brava y
de pocos años que le viene a ayudar en la lectura. Por eso celebran cada página
lograda aprendiendo un nuevo paso; secreto guardado entre ambas, motivación que
solo puede surgir de un conversar entre compinches.
El joven maestro voluntario valora más
lo que tiene, y siente ahora un deseo inmenso de dar parte de esos privilegios
que disfruta a esos chamos que tienen tan poco. - Mamá, ayúdame a conseguir unos cubiertos
para la escuelita de Petare. Y pregúntale a la abuela que hizo con los platos
de la vajilla cuando le regalamos la nueva – le dice Amanda a su madre apenas
llega del campamento de clases de reforzamiento en Petare. Sentarse en una mesa
y no tener que comer en envases de plástico le recuerdan que hay niños que no
conocen lo que es comer en platos.
Son dos escuelas. 200 niños
beneficiados. ¡Cuántos más no quisieran poder acoger y atender!
Colaborar con Oscasi es sencillo.
Tú decides cómo. Ve anotando las opciones en la Pizarra de tu corazón.
1 - Plan
de Becas: Con muy poco mensual puedes volverte padrino o madrina de un niño o
niña ayudando para cubrir su alimentación en la escuela, sus estudios, o ambas
cosas. Escribe a becas@oscasi.org o
suscribe tu donación aquí: Becas Oscasi
2 - Si
estás en el exterior: Actívate como tantos otros integrantes de la Diáspora
Solidaria. Te ofrecen la oportunidad de convertirte en un “Padrino desde el
Exterior” contactando a la organización a través del correo padrinos@oscasi.org
3 - Como
Empresa: Adopta este programa de Escuelas Voluntarias e inclúyelo en tus
programas de responsabilidad social y empresarial. Cuánto no pueden aprender
estos niños de tus ingenieros, tus economistas, tus secretarias. Con un aporte
monetario puede tu empresa garantizar la educación y alimentación de más niños.
Dale click a http://www.oscasi.org/como-ayudarnos
y encontrarás nuestras cuentas y pestañas de contacto.
“Esta es una
escuela buena, que ayuda a sus estudiantes, no rechazan a nadie por la edad
como otras escuelas, es la mejor escuela en la que he estudiado. Aquí nos dan
cosas que no dan en otro lado, es algo que no se ve todos los días” – Ángel, estudiante
4° grado en la E.A. Nuestra Señora del Carmen
“Estoy
sumamente agradecida con OSCASI por brindarme nuevamente la oportunidad de
hacerme sentir como si estoy haciendo a nuestro país un mejor país cuando estos
niños me llaman “profe” o “maestra”.” – Camila, estudiante voluntaria de V año.
#ConstruyendoFuturo #EducacionenVenezuela #RetoSolidaridad
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