Si tuviésemos que celebrar la vida del Doctor José María Bengoa, definitivamente lo haríamos sentándonos a la mesa para disfrutar de ...

Tres Platos Solidarios: Investigación, Educación y Acción Comunitaria


   Si tuviésemos que celebrar la vida del Doctor José María Bengoa, definitivamente lo haríamos sentándonos a la mesa para disfrutar de una buena comida, muy nutritiva, no sin antes invitar como comensales a esos niños que hoy comen poquito o no comen nada en Venezuela. Porque este Doctor, tan venezolano como vasco,  se preocupó por la nutrición de nuestro futuro, muchos años antes de que la crisis actual golpeara la mesa de tantas familias.

   
Supo agradecerle a Venezuela el haberlo recibido cuando, huyendo de la guerra en España, nos escogió como destino de un exilio. Con apenas tres meses en el país, por allá en 1938, José Mari organizó sus macundales y se instaló como médico rural en la población de Sanare, estado Lara. Probablemente en esos dos días de viaje en autobús nunca imaginó que ese, su primer trabajo en la Venezuela generosa que le daba abrigo, marcaría su carrera como médico y le señalaría el rumbo de una especialización que hoy deja un legado invalorable al país y el mundo entero.  
Tres cosas llamaron la atención del recién graduado al llegar a la población larense y comenzar su trabajo en los caseríos. Los niños, todos ellos, eran bajitos. Pensó en un principio era producto de la genética criolla. Pero además esos niños permanecían quietos, excesivamente tranquilos, durante las horas de recreo. Pensó que era por falta de balones, cuerdas de saltar y otros elementos propios de los juegos infantiles. La explicación de las observaciones anteriores, relacionadas y para nada independientes una de la otra, comenzó a armarla cuando le tocó recibir en el dispensario a niños de 1 y a 3 años con dermatitis similar a las quemaduras, hinchados y una tristeza en la mirada que le partía el alma a este médico solidario, muy humano. Hambre, mucha hambre fue el diagnóstico. Colchonetas para alojar a los niños en peor estado y un tratamiento nutricional con estricto seguimiento fue su proceder inmediato, además de educar a las madres acerca de cómo alimentar a sus hijos sacando provecho de lo que poco que tuviesen en casa.

   Nacía pues el primero Centro de Recuperación Nutricional, práctica imitada y extendida en todo el mundo. Comenzaba Bengoa una carrera social bellísima en el área de nutrición, impulsando años más tarde estrategias a nivel nacional, porque no era Sanare la única población con hambre. Ya como funcionario de la Organización Mundial de la Salud, puso en marcha el Instituto Nacional de Nutrición de Venezuela, además de fundar la Escuela de Nutrición y Dietética y la revista Archivos Venezolanos de Nutrición. Muchos años han pasado de aquella experiencia rural. Bengoa se despidió del plano terrenal en 2010, quizás ya vislumbrando que el hambre se regaría por todo el territorio de esa Venezuela que tanto amó.

   Pero satisfecho debe sentirse al ver su accionar replicado por otras instituciones que no descasan de denunciar la gravísima situación nutricional de nuestros niños, con investigaciones que soportan cada cifra de alerta, y trabajan arduamente en la educación de una población que tiene que hacer magia, literalmente, para garantizar una adecuada nutrición en casa. Y si te inspiras en una obra tan completa y humana como la de este héroe, bien vale la pena hacerle honor y bautizar la organización con su nombre.

   La Fundación Bengoa nace en Caracas, Venezuela, en el año 2000, con el propósito de defender el derecho humano de contar con una alimentación y nutrición saludable, así como educar y brindar herramientas para que todos los venezolanos puedan alimentarse bien, en medio de una crisis de bolsillos mega golpeados. Al igual que Bengoa en su tiempo, científicos e investigadores venezolanos, inquietos por la situación nutricional en el país, toman la iniciativa de agruparse y desarrollar acciones para divulgar y promover la importancia de la nutrición saludable. Se avocan a la investigación, siempre actualizando realidades y cifras, y llevan adelante estrategias para aportar soluciones.

   El trabajo de investigación de la Fundación ha permitido corroborar que en algunas comunidades de Venezuela la pérdida de peso llega a 14 kilos durante 2017, lo cual supera en más de 2 kilos la pérdida de peso que registró la encuesta Encovi para 2016.  Maritza Landaeta, directora de esta organización sin fines de lucro, no descansa en denunciar que la desnutrición, en el país, se ha disparado de manera alarmante, y deben utilizarse los adjetivos adecuados para describir la situación actual: "Alimentación en emergencia humanitaria". La especialista se refiere al plato venezolano como un "plato blanco": no tiene proteína, no tiene vegetales, no tiene colores. El plato de la buena alimentación debe tener colores, porque eso indica un equilibrio de los nutrientes. Eso no se está dando en Venezuela.

   El accionar de la Fundación Bengoa ha permitido la intervención nutricional en escuelas y comunidades evaluando el estado nutricional de sus integrantes, y al mismo tiempo formando a padres, madres, procesadoras, a los niños, para que comprendan la importancia de una buena nutrición; va más allá de estar más flacos o gorditos. Un plato equilibrado de comida, al menos una vez al día, se traduce en salud, en prevención de enfermedades mortales, en energía para el trabajo o el estudio, en alegría para esa mirada tristona que veía Bengoa en cada rostro de los niños. Sus proyectos de nutrición comunitaria han permitido servir platos de comida, y orientación nutricional que surge de la realidad económica de cada población: de lo que disponen más, de lo que pueden llegar a comprar.

   
Estableciendo alianzas con diversas empresas del área de alimentos y salud, han publicado guías gratuitas de acceso libre por la internet (se agrega link al final) y llevado adelante programas puntuales que se traduzcan en un mejor comer cuando los reales no alcanzan y los ingredientes están escasos. Ejemplo de lo anterior es el programa “Mi avena” que, en alianza con una reconocida marca de este ingrediente nutricional, llevó a cabo inicialmente un plan piloto en 13 escuelas públicas del Municipio Zamora (Guarenas-Guaitre), adscritas a la gobernación de Miranda, para ese entonces presidida por Capriles R. Desde entonces han venido dictando infinidad de talleres nutricionales a docentes y madres procesadoras y se han realizado estudios antropométricos a cientos de niños.


  Fundación Bengoa es un espacio excelente para el voluntariado nacional e internacional, y por ello abre sus puertas a profesionales y estudiantes que deseen aportar horas solidarias; sumar esfuerzos a la consecución de su gestión social y de su razón de ser: alcanzar la superación de los innumerables casos de desnutrición y mal nutrición a nivel nacional. Si bien la organización desarrolla actividades para garantizar su sostenibilidad, las donaciones son más que bienvenidas, así como la  incorporación de manos solidarias  siempre aplaudidas y recibidas.

  Un día el Padre Quintana fue a visitar el Centro de Recuperación Nutricional en Sarare y le preguntó a Bengoa cuándo daba de alta a los niños. Su respuesta fue clara y sencilla: “cuando sonrían, Padre, cuando sonrían”. Unamos esfuerzos con la Fundación que lleva el nombre de este héroe social para que cada mañana sonría un niño más, porque una sonrisa es señal de esperanza, de mejor país mañana, de sociedad solidaria y más humana.

Cómo contactar a la Fundación para la Alimentación y Nutrición “José María Bengoa”:
Teléfonos: 0212-2636918 / 0212-2637127
Página WEB: www.fundacionbengoa.org,
E-Mail:  info@fundacionbengoa.org
                               gerencia@fundacionbengoa.com
                               adminsitracion@fundacionbengoa.com
Redes Sociales:                Twitter: @fundacionbengoa
                               Instagram: begoafundacion / fundacionbengoa

Guía come saludable y sabroso a bajo costo

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   Richard Herrick, de 23 años, fue el primer receptor de un trasplante de órgano humano, un riñón que le fue donado por su hermano gem...

S.O.S TRASPLANTES POR LA VIDA


   Richard Herrick, de 23 años, fue el primer receptor de un trasplante de órgano humano, un riñón que le fue donado por su hermano gemelo. Faltaba un día para la navidad de 1954. Herrick moría a consecuencia de una nefritis crónica y la operación le permitió ocho años más de vida y la oportunidad de enamorarse y casarse con Clare, la enfermera que le brindó cuidado durante la recuperación. Murió por un paro cardiaco.  

  Después de Richard, se han sentado en camas de operaciones alrededor del mundo  millones de personas, de todas las nacionalidades, pero igualados por la inmensa ilusión, la esperanza y deseos de vivir una segunda oportunidad. Saben que será complicado. A algunos no les inquieta solamente el  período de recuperación largo; causa pesar nunca poder agradecer a quien les regaló años de vida después de su vida.

  El camino de la Esperanza es largo. Son años, por lo general muchos años, de espera por el órgano. Se acercan a quienes ya recibieron uno y viven sanos gracias a él. Evidencian el cambio, la mejor calidad de vida. Eso los llena de fuerza, es oxígeno, es más esperanza.

  No hay enfermo más importante o valiente. Espíritu de lucha demuestran quienes padecen un cáncer, una dolencia cardiaca, aquellos con diabetes. Pero en el caso de los trasplantados, la vida comienza con una palabra mágica: Solidaridad de otra persona humana. ¡Qué triste que por falta de un tratamiento adecuado se acabe con el mayor gesto de desprendimiento solidario, y la esperanza de vida de un “recargado” ser humano!

   Por un artículo encontrado en el portal de Codevida sabemos de la dura realidad de Larry  Larrazábal. Él recibió una trasplante de riñón hace tres años, y tiene  más de ocho meses yendo a una tienda veterinaria para comprar la prednisona de uso veterinario, un fármaco recetado para evitar el rechazo del órgano. Ya comenzaron las puntadas cerca del riñón; ya las piernas se le hincharon.

   En Venezuela se registra desde hace unos años una cada vez más acentuada escasez de los inmunosupresores, con sus consecuencias sobre la sobrevida del injerto, la calidad de vida y la vida de las personas trasplantadas. Incluso el apropiado control de los pacientes en su evolución post trasplante se imposibilita ante el desabastecimiento de los reactivos para las pruebas de rigor. Cuando nos duele la cabeza y no tenemos a mano acetominofen, ibuprofeno, pues quizás alivie una compresa fría en la frente, darnos un baño, recostar la cabeza sobre la almohada. Pero el trasplante no acepta pañitos de agua caliente o fría. No perdona. Es un tic tac implacable que llena de angustia a enfermos y familiares cuando botan a la basura la última caja ya vacía del inmunosupresor que les garantiza vida y más vida. Hay quienes llevan meses sintiendo la angustia, y sintiendo las consecuencias de la falla en el tratamiento; se evidencia inexorablemente en su salud.

   La historia de Leticia no resulta menos triste, está cargada del mismo sentimiento de impotencia. Años lleva en lista de espera. Poco a poco ha ido subiendo peldaños en esa escalera hacia la vida. Hoy que ya está cerca para ser la próxima en recibir un trasplante de hígado, paralizan  la actividad del trasplante de órganos con donante fallecido, lo cual reduce la posibilidad de avanzar en la espera, y  para recibir el órgano de un donante vivo tendría que disponer del tratamiento inmunosupresor de inducción, indispensable al momento de realizar el trasplante. En Venezuela no se consigue.

  En Reto Solidaridad nos unimos en grito de Dolor y Angustia con organizaciones como la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV), la Coalición de Organizaciones por el derecho a la salud y la Vida (CODEVIDA) y Amigos Trasplantados de Venezuela (ATV). Queremos brindar un espaldarazo emocional y comunicacional a todos los pacientes en espera de un trasplante y aquellos que luchan por mantenerlo.

   Urge un Canal Humanitario que permita la llegada al país de insumos y medicamentos, de repuestos para equipos médicos, reactivos para pruebas. Debe declararse un Plan de Emergencia Nacional al cual puedan unirse todos aquellos con conocimientos y recursos para aliviar la crisis; sin recelo, sin menoscabo por colores o simpatías, todos unidos por la vida.
Esta nota habla de nuestros amigos trasplantados. De Venezolanos en Lista de Esperanza por la vida. Pero cada línea recuerda al enfermo de Diabetes, a Esteban que padece SIDA, a Lutecia que lucha contra un cáncer de mama. De distintas clases sociales, todos venezolanos, todos queridos; todos deseos de volver a ser productivos para construir el país que queremos.

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CODEVIDA
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Vivir en Venezuela, desde hace algunos años, se ha vuelto complicado... Quienes nos leen desde algún rincón del mundo posiblemente van re...

SOLIDARIDAD, ESPERANZA BONITA

Vivir en Venezuela, desde hace algunos años, se ha vuelto complicado...

Quienes nos leen desde algún rincón del mundo posiblemente van recibiendo, de manera regadita, noticias que dan cuenta de los diversos problemas que padece el venezolano en su día a día.

El problema de la inseguridad, motivo por el cual han emigrado tantos venezolanos, persiste y se agrava. Al mismo ritmo la grave escasez en alimentos y medicamentos golpea la calidad de vida del ciudadano. El altísimo costo de aquello que logres conseguir en estanterías de mercados o farmacias es para muchos inalcanzable, incomprable.

La vida en un hilo, por enfermedad o por mentes enfermas. Las calles por la que circulan vehículos particulares y unidades de transporte público desbaratan cauchos y trenes delanteros dolarizados. Los canales para informarse cada día más bloqueados, el servicio de internet dificulta el informarte por las redes o la web. Y frente a todo lo anterior, resumen bastante escueto de la Realidad Venezolana, un Estado que no procura soluciones, enfrascado en una guerra política por miedo a perder el poder, aunque el apoyo popular lo haya perdido hace ya algún tiempo.

Pero esta nota para nada pretende sonar pesimista o desesperanzadora. ¡Todo lo contrario!

Y es que, a pesar de las dificultades que todas las familias padecen, sin distinción alguna de clases o simpatías políticas, una atmósfera bonita cubre a esta Venezuela irresponsablemente golpeada por quienes la gobiernan. En cada esquina, en cada hogar, se tenga mucho o poco, se respira Solidaridad.

Estudiantes de educación media diversificada que dedicarán sus vacaciones por la Semana Santa en trabajo voluntario en diferentes campamentos misioneros por todo el territorio nacional. Llevan bolsas de comida, llevan libros, llevan compañía y apoyo a familias de muy escasos recursos. Maestras de escuela que, a pesar de sufrir en hogar propio gravísimas carencias, dedican sus días libres para abrir las puertas de escuelas y alimentar a niños en condición nutricional muy crítica. Amas de casa que se agrupan para preparar sándwiches y sopas que reparten luego en barriadas. Jefes de cocina, Chef de restaurantes que se organizan para brindar ayuda a quienes lloran por comida. Estudiantes Universitarios creando grupos de voluntariado para trasladarse a las áreas rurales y poder prestar atención médico odontológica a población totalmente desatendida. Profesionales que abandonan su ejercicio profesional particular para liderar organizaciones civiles que no solo defienden los derechos humanos sino además trabajan sin descanso procurando donaciones en medicamentos para enfermos en situación crítica.

La solidaridad de Venezolanos a Venezolanos se siente en escuelas, hospitales, a las afueras de una panadería o restaurante.

Es con la Venezuela de este último párrafo con la que deseamos quedarnos, amarrarnos, apoyarnos. Este es el país solidario y unido que merece una mejor realidad, una vida más digna.

La solidaridad es entonces Esperanza Bonita, Unión entre Hermanos, y Respuesta Activa y en Paz de una ciudadanía que pide respeto a la vida y eficiencia en el manejo de sus recursos a ese gobierno que sigue sin procurar. Una respuesta imposible de tapar, de borrar de los corazones así no salga en pantalla; una actitud y un sentimiento que se contagia y que como país debemos resaltar y más nunca olvidar.

#RetoSolidaridad #CrisisHumanitaria #Hermandad #DDHH

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Pasta Morandi es un negocio familiar. Y es lo que se siente no solamente al degustar sus platos, sino por la hermosa iniciativa que llevan...

PASTA PENDIENTE

Pasta Morandi es un negocio familiar. Y es lo que se siente no solamente al degustar sus platos, sino por la hermosa iniciativa que llevan adelante cargada de #Solidaridad. Un valor de familia que debe cultivarse siempre. Un valor de familia que en la Venezuela actual cobra especial significado.

Este reconocido local de comida viene por más de 30 años atendiendo a las familias que se acercan hasta la urbanización El Paraíso de Caracas, ávidos de un buen plato de pasta para comer allí o llevar para la casa. Pero desde hace unos meses existe en el menú un plato de pasta diferente, único, con un ingrediente extra: Ayuda Humanitaria. Al plato lo bautizaron como Pasta Pendiente. Pendiente a preparar para alimentar a un hermano hurgando en la basura. Pendiente, porque la sensibilidad tanto de los dueños y cocineros del local, como de los comensales que se acercan al mismo, los hace volcar la mirada hacia quienes pasan penurias en las calles, con el estómago vacío, y entonces subrayar la necesidad de AYUDA como una tarea PENDIENTE.

La alegría en el local de Pasta Morandi cuando recibieron la primera orden de Pasta Pendiente no fue normal. En términos culinarios Marchar un pedido es comenzar a cocinar un plato. Pero la marcha en Morandi no se limita a la cocina.

Porque luego de servidos los envases con pastas boloña, seleccionada por contenerlo todo – proteína, grasas y carbohidratos - , comienza la marcha solidaria por Caracas para cambiarle a esa joven con dos pequeñas, a ese adulto mayor, al padre desesperado, una bolsa llena de desperdicios de la basura por envases conteniendo alimento para el cuerpo y para el alma, porque no es solo carne, queso y pasta... es esperanza y hermandad.

Al principio había que acercarse hasta el local para realizar el pedido de uno, dos, o los platos de pasta pendiente que cada quien dona en base a sus posibilidades. Pero la reacción de la Diáspora Venezolana ante la iniciativa que se coló en las redes fue espectacular, y hoy por la página web www.pastapendiente.com cualquier persona, no importa el lugar del planeta en el que se encuentre, siempre con Venezuela en el corazón, podrá donar a venezolanos hambrientos comida caliente, preparada con generosidad y amor a un precio muy bajo gracias a convenios y subsidios logrados, y a las horas de trabajo y recorrido aportadas por toda la Familia que trabaja y lleva adelante este Restaurante y la noble iniciativa. De Canadá ya han recibido un pedido de 40 platos de pasta pendiente que fueron donados, que se convirtieron en almuerzo sano y esperanzador para 40 venezolanos en situación de calle.

Aquí dejamos sus coordenadas en las redes sociales @pastapendiente y @pasatamorandi en Twitter, Instagram y Facebook. La página web, líneas más arriba, es sencilla y permite en un click, con una modesta suma, solicitar los platos de pasta que tu bolsillo permita.

Pasta Morandi está ubicada en la Avenida Paez de la urbanización El Paraíso a 100 mtrs de la Plaza Washington. Telf. 212-451.71.38 /61.91

Por las barriguitas alimentadas, por tan hermosa campaña vaya a los Morandi y Gomes nuestra admiración y agradecimiento.

Fotos: Instagram Pasta Pendiente.

#AyudaHumanitario #DonaEsperanza #RetoSolidaridad

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A quien estudia una carrera del área de la salud o relacionada se le hace evidente y tangible el colapso, del cual nos enteramos la gran ...

LA SALUD EN BUENAS MANOS

A quien estudia una carrera del área de la salud o relacionada se le hace evidente y tangible el colapso, del cual nos enteramos la gran mayoría, por las noticias, de lejitos.

Es muy distinto leer acerca de las carencias en medicamentos, insumos, equipos médicos, a vivirlas de manera activa, compartir con una ciudadanía desprotegida, desesperada y que esperan le sean solucionadas sus dolencias en medio de una escasez jamás vivida.

Podría el estudiante continuar sus estudios cumpliendo lo mínimo; haciéndose el indiferente a la realidad que le rodea. Es el ESTADO quien debe cumplir la CONSTITUCIÓN; esa que ahora pretenden cambiar pero que en letra ya obliga explícitamente a cumplir en materia de salud la realidad de los ciudadanos.

Pero los jóvenes de la Venezuela actual han demostrado ser una generación activa, dispuesta al cambio positivo, y sensibilizada a la realidad social. Se acabó la generación burbuja. De allí esta respuesta a un gobierno ineficiente y violador de los derechos humanos.

Estudiantes de las escuelas de Medicina, Nutrición y Dietética y Odontología de la Universidad Central de Venezuela se unieron para, inicialmente, planificar una jornada de asistencia solidaria en el gimnasio vertical del Municipio Sucre de Caracas. De allí, hace dos años, data la semilla que germina una iniciativa que crece día día: Manos por la Salud.

Hoy son una organización que incluye no solamente a estudiantes de las escuelas anteriormente mencionadas sino, además, a futuros sicólogos, estudiantes de salud pública y bio-análisis. Lo bonito es que muchos estudiantes, ahora ya graduados, siguen aportando como profesionales.

El trabajo de asistencia no se limita a curar caries, solventar problemas alimenticios o hipertensivos. Cuando una comunidad les llame el objetivo es brindar esa atención primaria de la cual carecen, pero se enfocan adicionalmente en educar a los vecinos, a cada venezolano tocado por una “mano saludable”, y así brindarles consejos y orientación para prevenir enfermedades. La meta para estos estudiantes no solamente es curar una condición de salud detectada. Ellos pretenden transmitir al paciente, al venezolano que atienden, esos consejos indispensables para mantenerse sanos. Al ciudadano, a toda una comunidad que asisten en determinada jornada. Empoderarlos en Salud. La Salud de manos que ayudan a sus propias manos.

Una iniciativa que germinó de manera bastante informal, con dos o 4 estudiantes, es hoy una organización sumamente organizada con Junta Directiva, Coordinadores y Voluntarios.


“La situación del Sistema de Salud en Venezuela es realmente preocupante. Nuestro aporte es apenas un milímetro de cura para tantas poblaciones necesitadas, cientos de sectores vulnerables. Por eso buscamos no solamente aliados y donativos, sino imitadores. Que se replique en diversas universidades, en todos los estados, esta inciativa” – Nos señala Andrea Jaimes, Presidenta de Manos por la Salud.

Están convencidos de que es a los jóvenes a quienes toca actuar, de manera enérgica, para cambiar la realidad alarmante de tantos venezolanos. Abiertos están a recibir en sus filas a profesionales de generaciones pasadas, pero están conscientes de que en sus manos recae el cambio, la nueva Venezuela.

Manos por la Salud atiende solicitudes de asistencia de comunidades (consejos comunales), instituciones y empresas. Realizan tanto jornadas puntuales como asistencias con seguimiento en el tiempo. Se nutren, en materia de medicamentos e insumos, de tu ayuda sin importar desde dónde nos leas, en Venezuela o como parte de esa noble diáspora regada por el mundo.

El trabajo solidario de estos jóvenes no es cosa fácil. No precisamente por las dolencias que consiguen o el calor intenso en Bucaral, la inseguridad en el barrio... Estos jóvenes regresan a casa repletos de tristeza por las realidades conocidas, pero al mismo tiempo son esas historias rodeadas de una necesidad de ayuda urgente las que los motivan a seguir trabajando y ampliando su iniciativa.

“Visitar una institución como Casa Ana, en San Antonio (Estado Miranda), y evidenciar por todo un día las inmensas carencias que padece esta institución que alberga niños en estado de abandono, nos lleva a caer en cuenta que ellos necesitan de nosotros más que un día asistiéndoles en materia de nutrición, pesando niños mal nutridos y recomendando dietas, curando caries. Terminamos enganchados con su problemática y queriendo aportar más. La ayuda que puedan brindarnos, en donativos, insumos y voluntariado es esencial. Porque en cada visita quisiéramos poder contar con esa varita mágica que no existe. Quisiéramos poder dar más, y más!” – Nos relata conmovida Andrea durante nuestra conversación.

En los próximos días llevarán a cabo una jornada de recolección de insumos y medicamentos.

Por favor, no dejen de seguir sus redes sociales para estar atentos a esta muy próxima convocatoria y por qué no, cualquier donativo es siempre bienvenido.

Cualquier venezolano bondadoso, preocupado y activo, integrante de la diáspora venezolana, le invitamos a seguir sus cuentas en las redes sociales para estar atentos a continuas jornadas de recolección de donativos que realizan en diferentes ciudades. Pero cuentas con la siguiente cuenta en Amazon para hacer llegar tu donativo, no importa lo grande, Todo Suma!


Manos por la Salud, una iniciativa social de jóvenes por el futuro de su país que merece ser replicada y apoyada por todos. Estos chamos dan el todo por el bienestar de coterráneos que merecen vivir mejor. Jóvenes que alimentan sus conocimientos profesionales mediante estas jornadas pero lo más importante, dicho por ellos, se llenan de esperanza, de una Venezuela Solidaria y más bonita en cada actividad que llevan a cabo.

Le pedimos a Andrea qué completara el historial médico de una paciente llamada “Venezuela” y esto fue lo que respondió:

“Venezuela está pasando hambre. La inseguridad alimentaria ha incrementado muchísimo por lo que hay desnutrición, infantil y de adultos, muy alta. Inmensa carga de Parasitoris, Hipertensión, Diabetes y Cancer sin ser adecuadamente tratadas por la falla de medicinas. Venezuela está convaleciente, en terapia, en condición muy crítica. Tu aporte genera cambios. Lo más mínimo que puedas hacer desde cada trinchera ayudará a que el paciente mejore”.

“Esta generación de jóvenes tiene que ser distinta por la época que nos tocó vivir, y si alguien tiene que poner el pecho y la cara somos nosotros. Estamos dispuestos. Cada día nos organizamos más. Por favor, ayúdanos a que esta historia clínica de nuestra Venezuela pueda cambiar para mejor”.

MANOS POR LA SALUD

Instagram y Twitter: @manosporlasalud

Correo Electrónico: manosporlasalud@gmail.com

#SOSVenezuela #JovenesVenezolanos #Solidaridad #ManosporlaSalud

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Cuando se juntan Empatía, Solidaridad y Amor por los tuyos resulta una mezcla repleta de buena vibra y mucha energía para esos venezolanos ...

BATIDOS SOLIDARIOS... TE ANIMAS A PREPARARLOS?

Cuando se juntan Empatía, Solidaridad y Amor por los tuyos resulta una mezcla repleta de buena vibra y mucha energía para esos venezolanos que hoy pasan hambre, mucha hambre en Venezuela. Tres valores que definitivamente tienen de sobra y para compartir Andrea Black y ella, la eterna cómplice, su mamá.

Andrea es una de tantos jóvenes que emigraron huyendo de la inseguridad. Le tocó, ¡Sí! Por ella, por la tranquilidad de sus padres, tomó la dura decisión de hacer maletas para realizar sus estudios universitarios de Derecho en Bogotá. Y cómo pesa ese equipaje. No precisamente por la ropa, los libros, las fotos, los “indispensables”. Pesa y mucho alejarse de los tuyos, la familia y los amigos, de un país que amas y te entristece en demasía. Maletas que, de llevar alguna etiqueta o calcomanía en su exterior, seguramente dirían “No me quiero ir” “Venezuela, te llevo conmigo”.

Y resulta que Andrea vino de vacaciones. Al final de un año más de estudios, esta joven de 21 años vino por apenas unos días a su amado terruño, Margarita, donde creció, a recargarse de venezolanidad. Quería manifestar con sus antiguas compañeras de colegio, acompañar a su familia en el día a día, vivir de cerca esa crisis de la cual solo leía por los grupos de whatsapp, por las redes sociales. Y en un abrir y cerrar maletas se topó ahora de frente con dos niñas hurgando en la basura. Ella pasaba con su mamá en el carro y no tenían nada que darles. Trataron de comprar algo, galletas, cualquier cosa para saciar el hambre a esas dos niñas y no había nada abierto. Así que se fueron hasta la casa, tomaron algunos productos ya listos, que tuviesen a la mano, y regresaron al lugar pero ya no estaban. Dieron vueltas y vueltas hasta encontrarlas y ofrecerles las galletas y panecillos que lograron recolectar en casa. “Cónchale, mamá. ¿Qué podríamos tener siempre en el carro que no se dañe y los alimente?” – Fue la pregunta que se hizo a raíz de esta experiencia que vivió hace apenas una semana del momento de publicar esta nota. Andrea estaba recién llegando. Son pocos días los que le restan en su tierra antes de comenzar un nuevo año de carrera, y encontró la mejor manera de invertir este tiempo.

Luego de darle vueltas y vueltas en la cabeza a posibles fórmulas y alternativas para alcanzar su objetivo, tratando de dar con ese alimento completo fácil de elaborar, de envasar, se le ocurrió la idea de una Súper Bomba Nutricional en Batido: Batidos Solidarios. ¡Claro! Los deportistas promocionan productos como estos. Hay complementos nutricionales que se comercializan para personas de la tercera edad o con problemas digestivos, pero costosos o escasos. ¿Por qué no dar con una fórmula casera, por sobre todo sabrosa, pero siempre muy nutricional y fácil de elaborar?


Contó entonces con la asesoría de dos amigas nutricionistas y hace ya tres días comenzaron las pruebas. Los factores fundamentales a valorar fueron: Contenido calórico y nutricional, Facilidad para batir y diluirse (espesor), Sabor y el Precio. Y así fue que dieron con una de muchas mezclas posibles (que podrías cambiar en base a tu presupuesto). Son seis componentes que se mezclan, y sin orden determinado, en la botellita de plástico, para añadir el agua solo cuando vayas a repartir; podrías llevar una botella de agua en el carro y botellitas con la mezcla de polvo solidario listas.

En el recuadro compartimos la receta y las indicaciones. Lo importante es que este invento nutricional resultó sabroso, muy fácil de elaborar, y gustó mucho a quienes ya les han dado a probar. Cada botellita de Batido Solidario cuesta apenas 1.300,00 Bs y aporta igual o incluso más calorías que las que aporta un almuerzo que resultaría más costoso, y que requiere de mayor tiempo, logística y equipo para preparar. Una iniciativa ¡Genial! Que sueñan ella y su mamá verla replicada por otros. Por eso abrieron una cuenta en Instagram @batidosolidario , y desde allí orientan a quienes desean sumar solidaridad desde cualquier otro rincón en Venezuela, además de pedir donaciones de latas de Cerelac, Lactovisoy o botellitas de plástico para envasar.

Cuando ya vayas a consentir a un niño o adulto con uno de los batidos añade agua filtrada, bátelo bien, y ¡Listo! Esta receta contiene 507 calorías, que es 1/3 de las calorías recomendadas por día para un niño.

Actívate y prepara unas cuantas botellitas para tenerlas en el carro. En el camino podrías encontrarte a algún compatriota, niños, viejitos, con el estómago vacío.

Finalmente, esta es la RECETA que sugiere Andrea Black para el BATIDO VENEZUELA. Una joven que sueña con regresar a su país y ejercer aquí como profesional. Una joven que decidió convertir unos días de vacaciones, de apurruñar a la familia, en días de Solidaridad, en horas de Inventiva para acercar ayuda.

- Empatía: pensar en el otro, ponerse en sus zapatos, lo que quiere, lo que sueña y de lo que carece.

- Solidaridad: ayudarnos entre venezolanos con iniciativas desprendidas y sinceras.

- Por último, un toque de lo mejor de cada venezolano.

#RetoSolidaridad #AlimentaVenezolanos #AyudaHumanitaria #BatidoSolidario

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Leo tiene 25 años. Se está graduando como médico general en la Universidad de Los Andes. En un principio pensaba en ser Hematólogo tomando ...

SOLIDARIDAD EN LA SANGRE

Leo tiene 25 años. Se está graduando como médico general en la Universidad de Los Andes. En un principio pensaba en ser Hematólogo tomando en cuenta la enfermedad que padece desde niño. Hoy se encuentra enamorado del cerebro y sus misterios por lo que sueña con comenzar ya su Post Grado en Neurología. Leo es Hemofílico.

Cuando tenía apenas año y medio, según el relato de su madre, arrancó a caminar. Y como todo infante en sus inicios experimentó infinidad de caídas. En una de ellas cae de boca y se resiente una encía. El recién asomado dientecito estaba aún en su puesto pero la encía no paraba de sangrar, por más gasas con cierta presión que posaran sobre la encía. Deciden llevarlo al médico ante una debilidad alarmante por la pérdida de sangre (Anemia) y es cuando le diagnostican la enfermedad luego de múltiples exámenes. Leo habría nacido con una deficiencia de producción del Factor VIII, uno de tantos necesarios para la correcta coagulación de la sangre.

Si una persona produce solo el 1% o menos del factor afectado, se dice que tiene una hemofilia grave. Si produce entre el 2% y el 5%, se dice que tiene una hemofilia moderada y, si produce entre el 6% y el 50%, una hemofilia leve. La de Leo era una Hemofilia moderada.

Al recibir el diagnóstico sus padres se preocuparon. ¡Dios! Habría que meterlo en una burbuja para evitarle rasguños de rodilla, golpes... ¿Qué pasa si de pronto hay que operarlo de apendicitis? Si la sangre no coagula, todo lo anterior significa un riesgo. Pero el hombre de ciencias ha aportado a la humanidad sabiduría con paciencia. Cada minuto es un minuto de hallazgo y esperanza para infinidad de pacientes padeciendo cualquiera de un catálogo amplísimo de patologías. La Hemofilia, padecimiento poco común en la población, es 100% tratable con terapias sumamente efectivas que le garantizan al individuo una vida normal, le garantizan envejecer con calidad de vida. Y alegre, sin mayores restricciones, sin sentirse un fenómeno fue pasando Leo de la infancia a la adolescencia, y de allí a su etapa adulta. El Factor VIII es un medicamento de altísimo costo y como tal entra en el listado de medicamentos que el Estado procura proveer a la población que padece esta anomalía. Distinto resulta el costo cuando un ente gubernamental como el I.V.S.S. gestiona la compra de un gran número de dosis a diferencia de cuando es una persona, sus familiares, los que deban tramitarla.

A Leo le implantaron un “reservorio” o “puerto” en el pecho para administrarle, sin tantos pinchazos en las venas, el factor requerido. Durante su infancia recibió sin problema alguno el tratamiento. Ese que se adelanta al sangrado; es decir, la profilaxis. Pero a partir de 2015 comenzaron las fallas en disponibilidad del Factor (Son varios. En su caso específico el Factor VIII). En ocasiones debía viajar hasta Caracas porque a Mérida, donde vivía y estudiaba, no llegaba. Con el pasar de los años se volvió aún más crítica la situación. Ya ni en Caracas podía conseguir el tratamiento con la constancia requerida. Gracias a donaciones esporádicas se ha ido auto medicando a medias. Con el sueldo que recibe como médico recién graduado y en post grado si acaso logra alimentarse.

Los avances de la ciencia no le llegan, no le permiten vida normal, al menos tranquila. Trota con miedo a caer por un obstáculo en el camino, maneja su vehículo con pavor ante un posible accidente, ora por no tener que someterse a ninguna cirugía. Hoy en Venezuela quienes tienen esta condición enfrentan un problema serio, porque sin tratamiento cualquier ínfimo rasguño puede pasar a mayores. Leo retrocedió a la antigüedad en esa Historia de la Medicina que estudió. Lo colocaban de nuevo a épocas en que La Hemofilia era conocida como “La Enfermedad de la Realeza”. En aquel entonces porque la transmisión del gen se dió de un Reinado Europeo a otro. En la Venezuela actual. porque hay que contar con demasiado dinero para asegurarse el tratamiento.

El factor de coagulación (llamado factor) es una forma en polvo que se mezcla con agua para convertirlo en un líquido nuevamente antes de administrarlo. Algunos productos se obtienen del plasma de sangre humana donada. Otros, llamados factor de coagulación recombinante, son producidos con ingeniería genética en un laboratorio y no se utilizan proteínas de sangre humana evitando la transmisión de virus. De allí el alto costo.

22 decesos en Venezuela por esta causa, entre 2016 y lo que va de 2017.

Los Bancos de Sangre carecen de los insumos necesarios para efectuar las pruebas de coagulaciones. Para diagnosticar a tiempo a otros “Leo”.

La Asociación Venezolana para la Hemofilia (AVH), organización sin fines de lucro, sigue dando la batalla por estos enfermos, Leo, Marco, Rubén, Dinorah, por la vida de más de 4.500 enfermos, venezolanos, ante diversos entes públicos: El ministerio del Poder Popular para la Salud, El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, El Ejecutivo.

Como venezolano, dentro o fuera del país, puedes siempre acercar ayuda mediante tu donativo monetario. Contacta a esta asociación para conocer además de qué forma puedes organizarte y diseñar un plan de ayuda: comunicacional, recolección de recursos, voluntariado.

http://www.avhemofilia.com/ @AVHemofilia

La Asociación Venezolana para la Hemofilia es una de las Organizaciones que hacen vida, batallan y trabajan por millones de enfermos a través de CODEVIDA (Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida)

http://www.codevida.org/ @Codevida

Como médico, Leo conoce a fondo su padecimiento. Vivió un pasado controlado, conoce el hoy, le teme al mañana. Sueña con terminar su post grado y aportar, a la Venezuela que ama, su práctica médica como Neurocirujano. Leo le pide al gobierno meterle cerebro a la problemática de salud y abrir de una buena vez un Canal Humanitario. Leo nos pide a todos, venezolanos dentro y fuera del país, sensibilizarnos con esta y otras enfermedades con tratamientos de Alto Costo. Esperanza de vida inalcanzable hoy por todos ellos, pero Esperanza posible con la ayuda de todos.

#Solidaridad #CanalHumanitario #Esperanza #Vida

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Adela Encarnación nació en Boconó, pero a los 17 la mandaron sus padres a la ciudad para estudiar lo que deseaba, enfermería. Allí ...

CONVITE... SOLIDARIOS CON NUESTROS ABUELITOS


Adela Encarnación nació en Boconó, pero a los 17 la mandaron sus padres a la ciudad para estudiar lo que deseaba, enfermería. Allí en Mérida conoció a Juan Domingo, el futuro ingeniero y esposo, con quien tuvo 4 muchachos todos ya grandes, todos muy respetuosos. Este es sólo el comienzo del primero de muchos recuerdos que esta abuelita le ha contado, con una memoria intacta, a Luis Francisco Cabezas en una de sus visitas al lugar donde ahora reside, un hogar para ancianos. La razón del por qué vive allí podrían decir algunos que es terquedad. Pero cualquiera que lo piense bien sabe que no es otra cosa que Venezolanidad, arraigo, raíces, sentir no tener edad para nuevos cambios. Y es que los hijos de esta abuela se han ido uno a uno, y cada uno queriendo llevarla consigo y sus maletas. Son ellos descendencia humilde, trabajadora pero de modesta alcancía; la inseguridad y el porvenir de sus hijos, nietos de Doña Adela, los empuja a usar un pasaje rumbo a Canadá, de ida segura y retorno incierto. Y la señora no solo estuvo negada a partir, sino que tampoco aceptaba de ninguno de ellos un cambio de planes por quedarse al lado de quien ya todo ha vivido, incluso el más bello amor, que si bien ya partió, la sigue acompañando en el corazón, y aflora en cada cuento que comparte gracias a su lúcida memoria.
Esta es Adela, esposa, madre y abuela, enfermera por más de 50 años. Pero a su lado está Marta Isabel, una pavita según las demás, porque apenas tiene 65, que llegó hace diez años al hogar de la mano de su hija; ella, y que la buscaría al día siguiente después de ir a una fiesta. De ella no ha sabido más nada. “Será que le salieron cayos de tanto bailar y aún no se ha parado” - le expresa con humor negro la doñita a quien le dispense visita. 

Detrás de cada abuelito en un hogar de ancianos hay una historia particular, unas absurdas, otras que quizás surjan por ley de vida, pero lo que hoy padecen y viven, en la Venezuela de los “containers” y el campo arruinado, es una injusticia social muy triste, más que triste alarmante. Vaya manera de retribuir a quienes tanto han dado. La pensión del seguro social que reciben se va en tres cajas de “Losartan” (medicamento para la hipertensión). Nuestros viejitos pierden en promedio 1.3 kilos mensuales de peso. No consumen proteína animal, ni siquiera huevos, y algunos han abandonado tratamientos para poder comer. Ni hablar de la odisea que significa hoy ir a cobrar su pensión. A José Olegario, un viejito que vive en el Hogar San José de la Montaña ubicado en Maracaibo, le permiten retirar 15.000 a 20.000 Bs por día. Bajo una temperatura de 46°C marabinos, tiene que andar de agencia en agencia este abuelo para contar con lo suficiente para los remedios.

Convite es una Organización No Gubernamental que nace en el año 2006, mucho antes de que el sistema económico se mostrase, con su baja productividad, altos precios y escasez, como inviable. Jo D’Elia y Luis Francisco Cabezas, Sociólogo y Politólogo respectivamente, buscaban en aquel entonces articular esfuerzos para poder documentar y poder denunciar formalmente carencias y fallas en derechos sociales de los colectivos más vulnerables. Por tanto, la realidad del adulto mayor fue siempre tema de preocupación, pero la gravedad de la situación que viven los abuelos hoy los ha llevado a redoblar esfuerzos y a lanzar advertencias tan serias como que “Venezuela es un país que no está preparado para envejecer”. 

Recuerdan que años atrás, en alianza con el gobierno español, capacitaron a 250 mujeres como cuidadoras domiciliarias de adultos mayores. España se preocupaba por la vida de esos abuelos nacidos en su país y que hicieron vida en Venezuela; querían poder contar con personal capacitado, muy humano, que pudiese ir a las casas de estas personas, muchos encamados o incapacitados, a brindarles atención médica y compañía. Más recientemente se dieron a la tarea de crear un directorio de entidades de atención a personas mayores, el cual comienzan listando aquellos existentes en el Distrito Capital y el Estado Miranda pero que ya sueñan y trabajan para volverlo un directorio a nivel nacional. http://directorioatencionpersonasmayores.info.ve/

La Data y visitas a centros durante la elaboración del directorio les hace constatar la precaria situación en la cual viven los ancianos mayores en esas casas de cuidado. Muchas de ellas dependen de la ayuda del Estado o de una Gobernación, y desde hace unos años no les llega o ha mermado. Otras, asociadas a congregaciones religiosas, tienen “alguito” más de ayuda, pero siguen siendo muy preocupantes los “rojos” inventarios en alimentos, medicamentos e insumos para atender a los viejitos que allí residen. Es así como deciden hacer visibles sus canas, sus recuerdos, sus aportes a una sociedad, y comienzan a recaudar fondos promocionando por las redes sociales las etiquetas #HelpElderlyPeople y #SOSVenezuela . Orientada principalmente a esa diáspora generosa que sigue igual de ocupada y preocupada por su gente en Venezuela, pero abiertos a recibir donaciones en bolívares, al igual que especies o insumos.

La respuesta a su campaña ha resultado hermosa y motivadora. Mucha gente ocupada, queriendo ayudar a estos seres hasta ahora “invisibles”. Comenzaron llevando las alegrías (los donativos) a hogares en el Distrito Capital y en Miranda, y concentran abuelitos de la calle en algún lugar cómodo, confortable, para darles comida. El Hogar Madre Teresa de Calcuta en Mamera, El Hogar de los ancianos desamparados de la avenida Sucre de los Dos Caminos, en el Municipio Sucre. Cada llegada de insumos, alimentos y medicamentos es como un niño Jesús con sus regalos para las monjitas y sus huéspedes. Las donaciones desinteresadas de miles de venezolanos en el extranjero, las alianzas con grupos de ellos activados en jornadas de recolección, más aquella recibida de personas en el país, los motivaron a ir más allá: apoyar hogares de atención a personas mayores en otras entidades. El Hogar San Juan de Dios en Mérida, el ya mencionado San José de la Montaña en Maracaibo, el San Vicente de Paúl en Barquisimeto. Y tienen ya en el itinerario visitar Porlamar y Ciudad Bolívar. De la situación de nuestros abuelos en esta localidad se enteraron por un reportaje periodístico de una joven de la región. Ella es ahora embajadora de Convite y realiza toda la planificación para pronto poder llevar ayuda a esos abuelitos. Recientemente recibieron un alerta de una situación muy grave que padecen adultos mayores en Biruaca, en el Estado Apure, y allí está Convite, trabajando y estableciendo alianzas para ver cómo pueden hacer llegar hasta allá la ayuda.

No solamente se activan aportando ayuda inmediata sino que además han estado avocados en la denuncia permanente del incumplimiento al derecho social de esta población vulnerable. El año pasado presentaron por primera vez, en el examen periódico universal de los Derechos Humanos en Ginebra, un informe de la situación de los derechos humanos de las personas mayores en Venezuela.

“Nosotros en el informe recomendamos un Plan Nacional para la Vejez en el país porque evidentemente Venezuela no está preparada para envejecer, es el peor país de Latinoamérica para envejecer, según HelpAge International y el segundo peor de toda América” – nos indica Luis Francisco Cabezas, cofundador y director general de Convite AC.

Son venezolanos, ciudadanos, que aún sueñan y merecen calidad de vida. Son niños con canas que ante una simple galleta esbozan la más hermosa de las sonrisas. Son seres humanos con padecimientos, “chocheras” decimos en criollo, que pueden ser aliviadas al menos durante dos horas de compañía, conversa, alguien a quien contarle mis vivencias y por qué no, alguien a quien lanzarle consejos. Durante cada visita que el equipo de voluntariado les brinda, llevando comida, medicamentos, y compañía, estos abuelos se sienten atendidos, sienten que finalmente alguien se ocupa de ellos sin condición alguna, que se preocupan por saber cómo se sienten y escuchan sus cuentos. Sueñan con ver de vuelta a sus hijos algunos. Otros con poder caminar tranquilos por la plaza. Añoran la recuperación de afectos y de vida confortable.

Puedes visitar generosity.com #HealthElderlyPeople para aquellos integrantes de la diáspora que deseen realizar un aporte. Puede ir desde un dólar hasta lo que quieras y puedas. Cada dólar suma. No se sientan cohibidos por la cuantía. https://www.generosity.com/emergencies-fundraising/sos-venezuela-help-elderly-people

También son bienvenidos los aportes en especie: pañales, alimentos no perecederos, complementos alimenticios, anti hipertensivos, medicinas varias, artículos de lencería, ropa en buen estado.

El voluntariado, una mano amiga, siempre es bienvenida. Alguien que pueda cortar el cabello de los abuelos, una persona que maquille a estas damas, todavía muy monas, y regalarles así una hora diferente, un serenatero que les invite a cantar.

Otra manera de ayudar es difundiendo lo que hacen en Convite, compartiendo la información con tus vecinos, familiares, empresas, para que visiten nuestras páginas y redes y visibilicen a los abuelos y la ayuda. Para que donen de manera confiada.

https://conviteblog.wordpress.com/

Twitter @conviteac

Facebook: https://www.facebook.com/Convite-Asociaci%C3%B3n-Civil-101403626870550/

#DatoSolidario

El 14 de septiembre de 2017 Felipa Galarraga cumplirá 103 años. Ella reside en una casa en Barlovento. Cuando cumplió 101 años le preguntaron cuál es su secreto de la eterna juventud. Esta fue su respuesta: “no fume, no se trasnoche y coma de todo pero poquito”.

Otro abuelito tocayo, Don Felipe, que reside en la casa de ancianos María Teresa de Calcuta, en Mamera, nos decía: “La vida es como cuando vas en una bicicleta. Te encontrarás subidas, bajadas y rectas pero lo importante es nunca dejar de pedalear”.

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